Pedalear es tan duro,y el sufrimiento tan intenso,que resulta completamente purificador.Uno puede salir ahí fuera sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros,y al cabo de 6 horas de pedalear al límite del dolor,se siente en paz.El dolor es tan agudo y profundo que parece como si tu cerebro se apagara por completo.Al menos durante un rato,uno puede olvidarse de todo sin tener que pensar en sus problemas.Puede desconectar porque el esfuerzo y la fatiga posteriores son absolutamente completos.
Una vez alguien me preguntó que placer encontraba en pasar tanto tiempo sobre una bicicleta.
-¿Placer?-contesté-.No entiendo la pregunta.
No lo hacía por el placer, lo hacía por el dolor.
Nunca habia analizado el entramado psicologico del hecho de saltar a una bicicleta y pedalear durante 6 horas.
Los motivos no estaban muy claros, de la misma forma que muchas cosas que hacemos no tienen sentido
mientras las hacemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario