lunes, 13 de diciembre de 2010

Positivo de Contador.

Una pena no disponer del vídeo íntegro de la rueda de prensa de Contador explicando su positivo por clembuterol. Se tendrán que conformar con los cortes y recortes de TVE, donde se ve su nerviosismo y cómo contesta bastante cabreado, y sin muchos argumentos, a la única pregunta inteligente (no se oye pero se deduce): ¿Cúal va a ser su defensa?

La defensa es un solomillo. Tal cual. En estos casos la masa anhela un culpable y, aunque el que ha dado positivo es el propio corredor (que sería el culpable en cualquier mundo coherente, pero el ciclismo hace tiempo que navega en otros mares), ya se ha construido un pérfido y malvado culpable: un solomillo.

Defensa y culpable al mismo tiempo. El solomillo empezó a circular esta mañana, pues de su existencia nada se sabía desde que fue supuestamente adquirido el pasado 20 de julio. El comprador fue Jose Luis López Cerrón, aspirante derrotado a la presidencia de la RFEC, organizador de la Vuelta a Castilla-León, socio de Contador en la empresa que monta el tinglado de las carreras y viejo veterano de equipos intachables como el Amaya -algún día habrá que contar la historia de la fusión con Banesto- y el Vitalicio. Un personaje del ciclismo, uno más.

El primero en soltar la historia del solomillo fue Sergi López-Egea, el periodista de El Periódico que también fue el primero en hacer ver que lo del CONI contra Valverde tenía bases sólidas. Fue pocos minutos antes de la rueda de prensa, como se puede ver en la propia noticia que firma. Es, por tanto, la versión inicial, la menos fabricada para que todo encaje en la narración de su positivo que está construyendo Contador. Se cuenta que López Cerrón recibió una llamada del cocinero del Astaná para que llevase un buen solomillo a sus chicos, que en Francia se come muy mal y al día siguiente de la etapa de descanso se sube el Tourmalet, por lo que el solomillo está indicadísimo.

El vallisoletano amigo íntimo de Mínguez salió de la autopista en Irún, aparcó el coche y se puso a merodear hasta encontrar una carnicería donde atendieron su pedido. De la ciudad guipuzcoana a Pau hay dos horas y media pisando bien, por lo que hay que preguntarse en qué condiciones viajó la carne. Sin embargo, no teman mucho: el clembuterol no se forma como acción directa de dejar la carne cruda al aire libre, y en todo caso los coches del entorno del mundo ciclista siempre tienen nevera. Para los refrescos, por supuesto. Incluso congelador.

Deténganse sin embargo en esta frase: "Comieron todos los ciclistas, menos Vinokurov, puesto que tenía mucho hambre y fue el primero en bajar al restaurante. Cuando llegó el solomillo cocinado a la plancha, él ya había terminado la comida. Pilló un rebote de consideración". Al margen de que el kazajo sigue teniendo esos horarios diferentes al del resto de compañeros, razón por la cual en la Vuelta 2006 ya había desayunado y se iba en el autobús del equipo antes de que pasasen los del antidopaje madrugadores, lo importante está en este matiz: comieron todos los ciclistas. Pedazo solomillo, ¿no?.

Con el paso de las horas esta versión ha ido cambiando. El ciclismo y sus protagonistas está tan plagado de tontos integrales que son incapaces de hacer una reunión y quedar todos de acuerdo en decir las mismas cosas para que no haya errores de raccord. Ya les digo que yo doy toda la validez al primer testimonio de López Cerrón y también a la profesionalidad de López-Egea. Lo de Vinokourov tiene su explicación porque el kazajo también pasó control antidoping en la jornada de descanso y no dio positivo. Si queremos mantener la teoría del solomillo viva, no todos pueden comer de el.

Pierdan unos minutos escuchando esta pieza de la SER. Empieza con Contador y su rueda de prensa, donde Clembuterol narra la historia como le han dicho que tiene que contarla: dice que Vinokourov no estuvo cenando solo, sino que comió acompañado de Grivko, Iglinski y J. Hernández. Lo dice el propio Contador, por eso tienen que escucharlo. Casualmente, esos tres corredores que ahora aparecen y que ni siquiera aparecen en el relato canónico del amigo Arribas -que escribió conociendo la rueda de prensa de Contador, y que pasa por encima de esta revelación: no le encaja en su relato- son los tres del equipo que tuvieron un rendimiento más mediocre y paupérrimo. El solomillo se reduce, pues.

En esa misma pieza de la SER el periodista Tornadijos intenta reproducir el relato del solomillo viajero y se va dando cuenta de las lagunas. ¿Dónde está el recibo de la carnicería de Irún? ¿No han tenido tiempo en este mes y pico transcurrido desde el 24 de agosto que se comunica el positivo a Contador en buscar la tienda y seguir la trazabilidad de la carne? Es todo tan ridículo que el propio periodista se muestra "sorprendido" y "cosas que se van enrevesando y parecen de risa". Ja. Ja. Ja.

Según el relato de Arribas, el solomillo para ocho daba incluso para el día siguiente, y como dijo Contador en la rueda de prensa, se comió "la puntita" al día siguiente, sólo dos horas antes del control antidopaje. ¿Hola? ¿Hay alguien ahi fuera que se siga creyendo esta farsa? A tenor de lo que me van contando y los comentarios que se leen por ahí no. La gente que no sigue intensamente el ciclismo ya vio la capacidad para mentir de Contador en el pasado Tour, cuando llegó a meta diciendo que no había visto el problema mecánico de Schleck y después por la noche hizo un vídeo donde quedaba como lo que es: una persona que vive en una realidad paralela, que piensa que diciendo esas cosas se librará, como con la Operación Puerto.

Vale. Vinokourov, Grivko, Parches de calor e Iglinski comieron en el hotel y los otros cinco del equipo en el autobús, porque al cocinero no le dejaron desplegar sus artes culinarias en la cocina del establecimiento. Sobre este personaje conviene detenerse un momento. Durante el Tour dio bastantes entrevistas, porque una moda reciente del ciclismo es decir lo mucho que cuidan la alimentación: no es nuevo, pero es tan falso como antes. Y dar muchas entrevistas es sinónimo de meter la pata. Aquí dice que "el Tour se puede hacer con espaguetis, si son los de Paco Olaya" y que a Contador le encanta su pasta: "A veces, incluso, no prueba la carne y se pide otro plato". ¡No prueba la carne! Por el contrario, aquí dice que entre su despensa para el Tour se encuentra "carne roja" -¡pero faltaba el solomillo!- y, la traca final, que "ayer se fue al mercado de Pau y compró solomillos de ternera", cuando ayer significa el día 21, puesto que la entrevista sale publicada el 23. ¡El mismo día que cocinó el solomillo traido de Irún! Guarden este último enlace, porque esta destinado a ser tan mítico como este otro, el de Valverde presentado a su perro Piti semanas antes de la Operación Puerto.

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